Foto de herramientas y accesorios

 
¡¡Buenas!!
Como andamos confinados por culpa del coronavirus, he podido sacar algo de tiempo para escribir la serie de artículos sobre cómo fue el proceso de creación, empaquetado y envío que prometí. Empezaré por poner una lista de cosas que compré para ahorrar tiempo:

• Cinta americana: sin duda alguna, la mejor que hay. Dura, resistente, sin problemas con el agua, pero, claro, la más costosa. Yo la usé en paquetes grandes para asegurarme de que llegaran bien.

• Flexómetro: puede que algunos prefieran una regla o un metro como los de Ikea, que son de papel, pero este dura mucho más. Gracias a él puedes dar los datos exactos a las empresas de paquetería y ahorrarte sustos. Recordad que dar datos mal implica una penalización.

• Dispensador de cinta adhesiva: si empaquetar es un infierno, romper el tesafil (siempre he odiado el nombre de cinta adhesiva) es un paso dentro de él. Gracias a este dispensador se pueden sacar tiras mucho más fácilmente y permite usar cinta muy ancha, aunque hay que tener cuidado con el tamaño del agujero central. Personalmente, el mío no me gusta, pero cuando fui a comprar solo este me convencía. Los demás eran de plástico y no me daban ninguna seguridad. Os recomiendo comprar uno muy pesado aunque valga el doble porque los de plástico se rompen con mirarlos mal y se mueven.

• Portacinta: siempre fui muy reacio a usarlo y, de hecho, tiene sus problemas cuando la cinta se engancha, pero cuando uno se acostumbra puede empaquetar casi cuatro veces más rápido y apretando bien. Yo la suelo llamar pistola de cinta.

• Cinta aislante: funciona bastante bien y el agua no le hace mucho daño. Usé unos 800 metros para empaquetarlo todo. Compra el rollo más largo y, si es posible, en pack de cuatro, que es el más grande que vi en un chino cerca de casa.

• Rotulador permanente: lo mejor para escribir destinos o datos. Mucho más recomendable que los rotuladores cuya tinta se corre con facilidad.

• Cúter: mucho más fino que un cuchillo o unas tijeras para empaquetar. Cuidado con los dedos, que no distingue carne de papel.

• Tijeras largas (y metálicas):  duran mucho y no se suelen dañar como las que se compran para los niños. Suelen estar a la venta en mercerías. Al ser completamente metálicas no pueden cortar cables eléctricos porque te puedes quedar en el sitio.

• Otras cintas aislantes: compré varios rollos transparentes más gordos y con colores, pero, por comodidad y calidad, no los llegue a usar. Al final me centré en el tesafil de siempre comprando los rollos más largos que pude.

• Carretilla (no está en la foto): puede que quede muy sexy eso de cargar con dos o tres cajas de libros en los hombros y andar por la calle como en los anuncios, pero en el mundo real esto solo fastidia la espalda, por lo que no seáis tontos y comprad una. En mi caso, lo primero que hice fue buscar una bastante decente en Amazon, pero luego miré en Wallapop. Mucha gente compra carretillas y luego las revende casi nuevas.

Salvo el flexómetro y las tijeras todo lo tuve que comprar cuando empecé perdiendo algunas tardes, por lo que os recomiendo que os hagáis con ello por adelantado. Si tenéis alguna duda os dejo mi email, un saludo.